Una buena acción
Como ya he escrito antes, actualmente trabajo en una casa de refugiados, sin embargo, a pesar de que la labor que se lleva a cabo en dicha organización es muy buena y ha dado grandes resultados, el bajo presupuesto otorgado por Naciones Unidas para los distintos proyectos que se manejan ahí, ha impedido que se ayude a todas las personas después de que abandonan su respectivo albergue, por lo que tienen que pasar grandes dificultades mientras logran rentar un lugar para vivir y conseguir un empleo.
Hace algunas semanas, una de las familias con la que más me he encariñado, salió de su albergue porque se vencieron los tres meses que tenían para quedarse ahí. Es una familia de 7 personas, de las cuales, ni una sola ha podido encontrar un trabajo fijo debido a que no cuentan con algunos de los documentos que son requeridos por diferentes empresas, es por ello que decidí ayudarlos a conseguir cobijas y despensa para que tuvieran algunas cosas antes de mudarse. Gracias al apoyo de varios de mis amigos, logré juntar una gran cantidad de cobijas y otras cosas para donar a la familia, y que los primeros días en su nuevo hogar fueran un poco menos adversos.
El día sábado, antes de ir a celebrar mi cumpleaños, decidí entregar las cosas que logré recolectar, una de mis mejores amigas me acompañó y terminó volviéndose amiga de los refugiados e incluso, ahora entrará a Casa Refugiados para hacer un voluntariado.
Comentarios
Publicar un comentario